Una guerra dentro de otra

CIVIL WAR
(2024; dir Alex Garland)

(Por JOAQUÍN ZANARDI)
La cadena nacional es una de las maneras mas directas que tiene un gobierno para comunicar de forma oficial la actualidad del país. Al inicio de Civil War el presidente (Nick Offerman) de una Estados Unidos distópica anuncia por televisión que la victoria (del gobierno federal) frente a una guerra interna contra varios estados secesionistas está cerca. Ese discurso establecido, falso como se verá mas adelante, incluye otra guerra, contra uno de las profesiones que promete defenderla, el periodismo. Una guerra en pos de “la verdad”.
La película nos ofrece un escenario ficticio, aunque posible, donde el conflicto bélico no ocurre a miles de kilómetros de Washington D.C. sino todo lo contrario. Se muestra el quiebre de la democracia y se dibujan posibles posiciones por las cuales los ciudadanos pueden tomar partido por uno de los territorios mas beligerantes del mundo, por ejemplo el ultra nacionalismo xenófobo. Todo esto, sin explicar en profundidad cuáles fueron los hechos ficticios para que el país haya terminado en esa terrible realidad, como si no importara mucho la raíz de las posturas de ambos bandos, evitándose nombrar, o más bien proyectar, posiciones reales, actuales o históricas de los Estados Unidos que podrían ser causa de lo que ocurre en la película. Todo este seteo imaginario es el marco para el tema principal: el periodismo en la guerra, su ética y el trabajo de campo de quienes intentan echar luz sobre la verdad en medio de esos sucesos.
Los personajes, arquetipos de foto periodistas y escritores, son introducidos como un equipo: Lee, Joel y Sammy (Kirsten Dunst, Wagner Moura, Stephen McKinley Henderson) quienes deberán realizar una cobertura de la posible toma del poder en la ciudad capital por el ejército de las “Fuerzas Occidentales”. Al equipo se le suma por intromisión una joven aspirante a fotógrafa y admiradora de Lee, Jessie (Cailee Spaeny), haciendo que esta incorporación funcione para la novata como un despiadado curso acelerado del oficio. La película básicamente funciona como una road movie traccionada por la urgencia periodística de la exclusividad. Lee ve en Jessie la joven entusiasta que ella fue alguna vez y Jessie tiene enfrente no solo su role model sino la muestra viva de los estragos psicológicos del trabajo.
Hay un momento decisivo de la película que es donde Jessie le deja en claro a Lee que ella esta allí bajo su propio riesgo. El riesgo, ese estado determinante para el periodista de guerra que apuesta la vida en pos de acercarse a los hechos para poder construir, en este caso con imágenes, un relato que pretende ser objetivo. Una verdad que es fruto de la acción arbitraria de recortar el espacio y fragmentar el tiempo.

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